Psicología infantil en León

Psicología infantil y TDAH
Recientemente, se ha registrado un aproximado de más de 916 niños y niñas que presentan TDAH en León.
El trastorno del neurodesarrollo, también conocido como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), es aquel que afecta desde edades muy tempranas contempladas en la infancia, permaneciendo en ciertos casos hasta la adultez y la adolescencia. Por lo general, se representa en la visibilidad de tres síntomas principales; como son la hiperactividad excesiva, la falta de concentración y la impulsividad.
El TDAH infantil
Desde el punto de vista psicológico, se ha entendido que la impulsividad es una tendencia que existe y ha existido dentro de la evolución del ser humano, tanto en niño como adultos. Sin embargo, es desde los parámetros de la psicología infantil, donde la impulsividad ha manifestado un incremento en su cantidad, llegando a afectar el comportamiento de los infantes, y todo factor en su vida cotidiana.
Por lo general, este tipo de tendencia viene ligada con problemas como la falta de atención y la hiperactividad, formándose entonces lo que se denomina completamente como TDAH, ocasionando las conductas disruptivas que influyen de manera negativa en aspectos de la vida del niño como sus habilidades sociales y de comunicación, proceso de aprendizaje y conducta general. Todo esto sumado se convierte en una gran batalla para la infancia, dado a que como es un trastorno de origen neurológico, es difícil detectarlo y saber lidiar con el mismo, especialmente a tan temprana edad en la que apenas se está descubriendo al mundo. Por esto, se hace hincapié a la necesidad de la consciencia sobre dicho tema y más allá, sobre el TDAH en León.
¿Cuál es el origen del TDAH en niños y niñas?
Aunque no se conoce con exactitud el porqué del origen de este trastorno, muchos debates y estudios han llegado a distintas conclusiones en las que se determina que a pesar de que pueda tener influencia hereditaria, otros componentes externos como el entorno, pueden contribuir a la aparición del mencionado. Es por esta misma razón, que la terapia o tratamiento a realizar sobre el TDAH, obtiene buenos resultados al establecerse algún hábito, patrón de conducta moderado y el cambio de ambiente.
Signos del TDAH desde la psicología infantil
El Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad es todo un mundo nuevo desde la vista de los niños o la psicología infantil. Este se trata de “actuar antes de pensar”, intolerancia a la frustración, poco autocontrol, desobediencia y negativismo.
El TDAH en la vida escolar de un niño.
Puede dar sus señales al momento en que se dificulta la atención en sus materias o clases, cuando parecen no poder escuchar ni seguir las instrucciones que se dan, al dispersarse constantemente mientras realizan sus actividades y ser catalogados como distraídos, al olvidar acciones de su cotidianidad como cumplir con sus tareas. Tales acciones, conllevan a ser “tratados” de manera despectiva por parte de sus compañeros, dado a que tienen un modo de respuesta distinto, en el que se agrega las reacciones un poco impulsivas como hablar muy alto o la sobreexcitación al no tener el mismo autocontrol que el resto.
Desafío al sistema y las normas.
Se ve bastante evasivo en cuanto a cumplir las normas o reglas que se le imponen y tiende a ignorarlas y desafiarlas. Por igual, el tener que comportarse con calma y quietud frente a una situación de la que se espera tal conducta, es motivo para hacer todo lo contrario. En su mente, la palabra “paciencia” tiene un significado demasiado escaso y muchas veces malentendido, ocasionado por el mismo motivo que no les permite manejar la hiperactividad y esa necesidad de estar en movimiento constantemente. El niño con TDAH usualmente destaca más por su ingenio y su creatividad.
Dificultad para entender las consecuencias de sus actos.
A pesar de que aman ser alabados y halagados por sus logros, ellos no consiguen ser capaces de aceptar las consecuencias, ya que desde sus ojos, la manera en que se comportan es la correcta y no tiene por qué estar mal. En relación a esto, muy a menudo se enfrentan a situaciones que pueden exponerlo a un peligro del que no está consciente, como trepar o correr en lugares donde no es recomendado.
Baja autoestima o problemas de aceptación.
La mayor parte de la población infantil restante, se muestra un tanto a la defensiva con respecto a los que sufren este trastorno, dejándolos bajo un perfil de “maleducados” y “molestos”, lo que provoca o desarrolla la poca autoestima en los niños con TDAH, llevándolos a tener una imagen distorsionada sobre su personalidad. De esta forma, es predecible que al pasar de los años, el infante cargue consigo el peso de una especie de “fracaso” escolar, familiar, social y general, que genere a una vida adulta llena de complejos e incluso la aparición de nuevos trastornos.
¿Cómo tratar el TDAH en niños y niñas que lo padecen?
Para ayudar a manejar y procesar el TDAH en la infancia, existen varios métodos de tratamiento, pero los más reconocidos e implementados han sido la terapia conductual y los medicamentos previamente indicados por un especialista.
La terapia conductual.
Consiste en aprender los comportamientos positivos y deshacerse de los negativos, en conjunto con la capacitación o preparación de los padres para acompañar al niño en dicho camino, de esta forma, se combate la postura problemática y la falta grave del autocontrol.
Los medicamentos.
Por su parte, son tratados como estimulantes o no estimulantes dependiendo de cada caso y su particularidad. El tiempo para diagnosticar cuál medicamento es el adecuado puede tardar de acuerdo al horario y dosis según el grado de presencia del TDAH en cada infante.
Más allá de esto, es necesario recordar que este es un trastorno bastante común hoy en día en la población y la psicología infantil, y que a pesar de que se continúan aplicando investigaciones y estudios al respecto, el lograr determinar un diagnóstico temprano es la mejor alternativa para disminuir el agravamiento del mismo, y combatir al futuro adulto en formación.
Existen alternativas como el neurofeedback, aquí hay más información sobre el tema.